Quien ama bien

La mujer que sonríe es mil veces más bella, mil veces más fuerte, mil veces más tierna, mil veces más adorable, y mil cosas mas son las madres.

La madre es el origen, el aliento y es Dios a los ojos de sus niños porque madre es el todo, es el calor y el alimento de los bebes, es el escudo y defensor de los infantes, es el hombro para llorar y el oído atento a los problemas del adolescente, es el soporte y la columna de cada casa.

Las madres son la primera amistad, el primer amor, el primer hombro para llorar, la primera en preocuparse, la primera en consolar, la primera en despertar, la primera en querernos incondicionalmente y ella también será la ultima en dormir, la ultima en dudar.

Madre es la primera en lo bueno y a veces lo malo siempre preocupada, siempre entregada, siempre atenta y vigilante, nunca habrá alguien que merezca llevarse a sus tesoros de su lado, la madre es el obstáculo y la entrada para formar tu propia familia.

Como no amar a la madre que nos da todo, ella que nos resguarda del frió y el peligro, como no quererla siendo ella quien no ha enseñado a querer, a vivir y a hacer todo lo que necesitaremos en la vida.

Como no querer a esa que sonríe con nuestros juegos de pequeños, ella que se preocupa y ofusca con el pequeño que no puede ver los riesgos, con ella que ve hacia delante buscando cual será el futuro de sus amores, sus pequeños que jamás serán más grandes que un pequeño infante.

“Madre tu que amas bien déjame quererte igual o intentarlo al menos, déjame darte el abrazo que te conmueva y te ayude o cuide cuando lo necesites, mi madre permíteme siempre recordar lo bueno y quererte como el principio y el todo en la vida” mi querida madre disfruta del día que jamás compensará todo lo que haces pero que es tuyo para alegrarte el corazón y calmar tu espíritu dejando comprobado el cuanto te amo y aprecio.