domingo, julio 3

Al calor de la batalla


El corazón late, la sangre se espesa, los músculos se tensan,
la mente se vuelve aguda y comienza la danza espada contra espada,
el acero canta con cada golpe y desgasta su forma al avanzar
solo el acero domina no importando su forma el poder domina,
sobre todas las cosas los combatientes observan al oponente
a la izquierda o derecha, desde arriba o abajo, aun lado se
ponen las dudas no hay espacio para ellas aquí no existe
campo mas sagrado para el guerrero que la batalla misma.
No hay crueldad en el campo, no hay sangre ni carne solo
la victoria existe en sus corazones y mente por ella lucharan
hasta caer y no poderse levantar, sin peso, sin gloria solo
el acero chocando uno contra otro templando el metal con cada
golpe reflejado, los sentidos fallan, el cuerpo se cansa,
pero el corazón no se detiene por nada el avanzara y sus
latidos aunque se vuelvan lentos seguirán la meta.
Ahora esta tan cerca de la victoria solo pocos siguen en pie
el enemigo sigue atacando sin cesar pero resistir es fácil,
es seguir en pie tras tanta sangre que cubre todo el cuerpo
lo difícil, ya es rojo todo el arma, la armadura incluso el
guerrero se torna a carmesí, al final de la batalla ella se
alza victoriosa sola única y poderosa todos han caído sus
aliados, sus enemigos, sus amigos y sobrinos nada queda solo
fuego y sangre pero la muerte no es desconocida tan solo es
acompañante. Cazadora de almas la llamaron, Diosa de la muerte
algunos la nombraron y tan solo pocos como amiga la conocieron.
Mas no hay llanto en la tierra todo inicia y todo acaba esta
escrito todo termina pero a veces también empieza. Por esto
ella vive un nuevo inicio, un nuevo lugar, una nueva tierra
la sangre pasara y prados de ella brotaran los hombres volverán
y nueva vida con ellos llegara, ella solo observa por que esa
es su labor recoger y entregar ya no guerreros sino tierras.