martes, julio 10


La mala interpretación muerte de la amabilidad y la caballerosidad


Que titulo no impresiona para nada pero no esta hecho para eso, ahora como todos vivimos en este mundo sabemos que la interpretación de los actos, gestos, los dichos, entredichos y razones es algo del día a día además de una función que todos desarrollamos a nuestro alrededor. Claro como muchas cosas esto depende de cada persona, su experiencia en unión con su percepción y claro muy de vez en cuando con su instinto todo esto nos da la imagen de esos otros seres humanos que pasan de largo o se encuentran en nuestras vidas, por supuesto algo como esto siempre será un problema porque simplemente para interactuar de forma tan esencial como una conversación debes cruzar los dedos para que lo que dices, haces o demuestras sea en verdad lo que quieres comunicar y que no sea cortado por como te ven otros.
Ahora sobre el tema la mala interpretación es algo tan sencillo y ridículo que prácticamente todo puede ser visto de la peor forma, por ejemplo un amigo muy amablemente le extendió la mano a una mujer mayor para bajar de un autobús el golpe con el paraguas de la misma no era lo que el esperaba recibir. Cosas como esta son una buena razón para que la gente sea un tanto menos amable y que como dicen muchas ya no haya caballeros, pero como los habría si ni siquiera hay malicia o un motivo oculto y aun así recibirías un golpe, una mirada acusatoria o la simple desaprobación de un acto de buena fe.
El mundo es raro en verdad no puedes ser bueno y no debes ser malo, no debes ser frío pero tampoco expresarte con cariño ni preocupación, simplemente debes ser como los monos legendarios no ver, no escuchar, no hablar. A eso hemos llegado pero aun existimos tontos, aun hay quien existe para servir, quien procura cuidar de todos antes que de si mismo, sepan lo el día que se acaben esos cuantos o que se hayan amargado y cerrado todos será el día del final ya no existirá el humano y en lugar de una familia de hermanos que no se tratan muy bien pasaremos a ser meros bultos de carne que reptan y solo ven para ellos y su jauría amenazando al invasor y jamás creyendo en ese gramo de bondad que todos tienen (algunos mas oculto o enterrados que otros) en ese casi invisible fragmento de alma que nos habita.